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Disfrutando en la cancha y en la vida - Ramón Solano
Tres veces por semana, José Ramón Solano Gómez sale de entrenar y llega a su casa, en Cartago, pasadas las 11 de la noche, aunque al día siguiente deba madrugar. Esto lo toma de buena manera, pues se debe a que es parte del equipo de baloncesto de la Universidad de Costa Rica, con el que se le puede ver vistiendo la camiseta número 10 tanto en la segunda división de esta disciplina, como en competencias universitarias.
En la Vieja Metrópoli, Ramón vive con otras seis personas: su abuela, su madrina, un tío y una tía, un primo y su papá. Esta gran familia se completa con su mamá, su hermana y dos sobrinas, quienes no viven con él, pero son parte muy importante de su vida. “Mis padres son mi mayor ejemplo, a pesar de que no vivo con mi mamá tengo una gran relación con ella, y mi papá es mi ejemplo a seguir, siempre he soñado con al menos llegar a ser la mitad del gran hombre que él es”.
La otra gran motivación para esforzarse son sus sobrinas. “Ellas dos son las mujeres que mueven mi mundo y por las cuales me esfuerzo en salir adelante, para ser un ejemplo para ellas”. Con ellas, Ramón ha comprobado la afinidad que tiene por los niños. “Me encanta enseñar y me encantan los niños, de ahí nacen mis ganas de estudiar Ciencias del Movimiento Humano (Educación Física)”.
De hecho, ya ha comenzado a dar sus primeros pasos en la enseñanza, pues trabaja como profesor de Educación Física en el kínder Happy Club, en Tres Ríos. También se encarga del club de baloncesto del Colegio Victoria. Aunque a Ramón siempre le llamaron la atención las computadoras y comenzó a estudiar programación, pronto se dio cuenta que su vocación era enseñar. “Me di cuenta de que es lo que realmente quiero”, afirma.
Sobre su otra vocación, el baloncesto, aún no sabe por cuánto tiempo seguirá. “Me veo disfrutando de la vida en lo que hago, no sé si realmente cuando termine la Universidad continúe jugando, de momento no está en mis planes pero uno nunca sabe”.
Lo que sí es cierto es que este deporte lo comenzó a practicar desde muy pequeño, cuando lo alternaba con el fútbol. “Me llegó una invitación para jugar baloncesto a la cual accedí, me mantuve un tiempo en ambos deportes, luego me pusieron a tomar la decisión de si jugar básquet o fútbol”.
En la U tiene ya algunos años jugando baloncesto. “Cuando llegué a la Universidad ya conocía al profesor Alexis, conversé con él y me dio la oportunidad, sin embargo el primer año de universidad solo jugué torneos universitarios y no segunda división, ya que yo jugaba en primera división con el equipo de Cartago. Ya para mi segundo año en la U me incorporé totalmente al equipo”.
Ramón le atribuye los éxitos de su equipo (oro en JUNCOS 2015 y plata en JUNCOS 2013, y campeonatos de segunda división, entre otros) al compañerismo que tienen sus integrantes. “He estado en varios equipos en los cuales he hecho grandes amigos, pero nunca estuve en un equipo como el de la U”.
Además del equipo de baloncesto, Ramón tiene su grupo de amigos con quienes comparte el tiempo libre. “Los fines de semana trato de aprovecharlos para todo lo que pueda, generalmente todos los fines de semana me reúno con mis amigos”. Entre sus pasatiempos también cuenta jugar videojuegos y escuchar música, en particular reggae-roots y R&B.
Volviendo al deporte, Ramón le atribuye todo lo que es en este momento. “Me ha enseñado de todo, desde que tengo que aceptar las derrotas y tengo que levantarme hasta ser una persona íntegra, con valores y disciplina”. Eso trata siempre de demostrarlo en el rectángulo de juego con su equipo, así como en su vida personal.
Por: Alejandro Portilla Navarro.
Fotos: Cortesía de Ramón Solano.
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