Odontóloga de profesión, porrista de vocación - Mónica Rapso

Tatiana Chacón. Prensa y divulgación ADR-UCR.




Las películas, las series de televisión y los prejuicios sociales han enmarcado a las porristas en un estereotipo casi de modelo con un lazo en la cabeza. Lo cual está muy alejado de la realidad de las deportistas, que como Mónica Rapso practican porrismo a nivel competitivo. Quien comenta que: el porrismo es un deporte que va mas allá de hacer piruetas y verse lindas, incluye fuerza, agilidad, coordinación, trabajo en equipo y esfuerzo individual. Además requiere de  muchas horas de entrenamiento porque es un deporte de perfeccionamiento continuo, se requiere demasiada precisión y dedicación.
Mónica inició su carrera en el deporte desde muy pequeña practicando gimnasia. En tercer grado de la escuela iniciaron sus experiencias internacionales compitiendo en Guatemala. Y cuando estaba en el colegio veía a los porristas de la Universidad entrenar y dijo –yo quiero estar un día ahí con ellos. Lo soñó y ahora lleva 7 años de ser porrista UCR.
 Esta joven luchadora, de 25 años se acaba de graduar de la licenciatura en Odontología y habla con entusiasmo de sus años como estudiante-atleta. “Son años difíciles que requieren de mucho esfuerzo, pero si  se puede, yo pude y todos los estudiantes deportistas también pueden sacar adelante sus metas académicas y deportivas” comenta Rapso.
Mónica es parte del equipo UCR desde 2007. Es parte de la Selección Nacional desde 2010 y ha participado en competencias de parejas desde 2011. Ella cuenta como en 2009 asistió con el equipo UCR a un Campamento de porristas que amplió su visión sobre lo grande que podía llegar a ser el porrismo universitario.  Por lo que a partir de 2010 el conjunto representativo celeste y blanco ha participado en competencias internacionales en Estados Unidos.
Este año, Mónica y el conjunto UCR participaron por primera vez en la división A1, que es la categoría élite, del Torneo NCAA, en Daytona Estados Unidos. Donde consiguieron clasificar a las finales, y obtuvieron el 6 lugar. Constituyendo un logro icónico para la región, ya que fue la primera vez que un equipo extranjero lograba esa posición.
En el camino se tienen que hacer muchos sacrificios, en la escuela casi nunca iba a las fiestas de cumpleaños, y siempre fue así hasta la universidad. A veces las familia no entiende y los amigos reclaman, pero la satisfacción de poder representar a su alma máter y de dejar en alto los colores UCR haciendo lo que uno ama, hace que todo valga la pena” comenta Mónica con los ojos llenos de emoción y entusiasmo, que delatan cuanto ama esta joven al porrismo, el deporte y a la universidad.
Ahora que Mónica ha concluido su carrera universitaria trabaja a tiempo parcial en una clínica y proyecta  tener un consultorio propio a futuro. Cree que este será su último año en el equipo UCR. Sin embargo asegura que no se ve lejos del porrismo, por el contrario va seguir trabajando en un proyecto de formación de talentos, Cobras Cartago All Stars, donde trabaja con un amigo.
Han sido 7 años de trabajo duro, de entrenar al menos 4 veces por semana, de correr de clases a entrenamientos. Esfuerzo y mucha disciplina, pero  sin duda ha valido la pena. Mónica ha sabido trabajar por el éxito en las diferentes áreas de su vida y es un ejemplo para todos aquellos estudiantes deportistas.  Para Mónica ahora inician otras etapas,  donde esperamos los triunfos  la sigan acompañando en todo lo que emprenda.

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