Con los hijos se descubren nuevos anhelos - Ginny Abrahams

Desde hace varios años esta bióloga de profesión trabaja como laboratorista en el Liceo Franco Costarricense, donde se dedica a preparar experimentos que requieren los profesores.

Aparte de su trabajo, Ginny también pertenece al Club de Esgrima de la UCR, al que llegó por casualidad y curiosidad. Todo surgió con el interés de Dione, su hija mayor, por este deporte. “Es muy lectora y había leído ‘Los 3 mosqueteros’, entonces de alguna forma eso la motivó para meterse a esgrima”, cuenta Ginny.
Sus dos hijos mayores comenzaron a formar parte de la Liga Menor de Esgrima de la UCR hace cuatro años. “Mientras ellos entrenaban yo me ponía a correr, porque siempre he sido muy deportista. Entonces me fijaba por la ventana y decía ‘Ay, qué bonito’”. Ginny habló con el entrenador y desde entonces comenzó a entrenar con el equipo mayor, donde en poco tiempo dominó el arte de la esgrima y empezó a competir. Para ello fue importante también el apoyo de los entrenadores Luis Cruz, de la UCR, y Jerzy Zbigniew Konczalski, de la selección nacional, según comenta.

Formar parte de un equipo deportivo teniendo una vida ya establecida ha sido todo un reto para Ginny. Las rutinas familiares han debido modificarse para que ella pueda asistir a entrenar y que eso no afecte los horarios de estudio de sus niños o el trabajo tanto de ella como de su esposo. “Por el trabajo no me da chance de llegar a los entrenamientos en la mañana. Salgo en la tarde, recojo a los chicos, hacemos tareas y luego me voy a entrenar en la noche”.

Con la UCR Ginny ha participado en torneos nacionales e interclubes. Ahora se prepara para llegar próximamente a su primera competencia internacional.
Por: Alejandro Portilla Navarro.
Fotos: Federación Costarricense de Esgrima y cortesía de Ginny Abrahams.
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