Con los hijos se descubren nuevos anhelos - Ginny Abrahams


Si a Ginny Abrahams de Larm le hubieran dicho hace algunos años que pronto iba a representar a la Universidad de Costa Rica en competencias de esgrima, le hubiera costado imaginarlo. Su vida ya llevaba un rumbo claro, tanto en lo profesional como a nivel personal, por lo que era difícil pensar que una nueva pasión ocuparía parte de su tiempo cada semana.

Desde hace varios años esta bióloga de profesión trabaja como laboratorista en el Liceo Franco Costarricense, donde se dedica a preparar experimentos que requieren los profesores. 

La biología es una pasión que sí trae casi desde la cuna. “Desde niña me encantaba la montaña, con mi papá hacía mucho montañismo. Por ese contacto con la naturaleza fue que estudié biología”.  Su profesión la dejó a un lado únicamente por momentos cuando nacieron sus tres hijos (dos niñas de 16 y 7 años, y un varón de 12), pero pronto regresó.  

Aparte de su trabajo, Ginny también pertenece al Club de Esgrima de la UCR, al que llegó por casualidad y curiosidad. Todo surgió con el interés de Dione, su hija mayor, por este deporte. “Es muy lectora y había leído ‘Los 3 mosqueteros’, entonces de alguna forma eso la motivó para meterse a esgrima”, cuenta Ginny.

Sus dos hijos mayores comenzaron a formar parte de la Liga Menor de Esgrima de la UCR hace cuatro años. “Mientras ellos entrenaban yo me ponía a correr, porque siempre he sido muy deportista. Entonces me fijaba por la ventana y decía ‘Ay, qué bonito’”. Ginny habló con el entrenador y desde entonces comenzó a entrenar con el equipo mayor, donde en poco tiempo dominó el arte de la esgrima y empezó a competir. Para ello fue importante también el apoyo de los entrenadores Luis Cruz, de la UCR, y Jerzy Zbigniew Konczalski, de la selección nacional, según comenta.

Otra de las artes que domina es la pintura, y aunque nunca ha hecho alguna exposición, sí ha podido vender varias obras. “Mi abuelita era pintora autodidacta, y de ella aprendí yo. Además mi mamá es ceramista, desde pequeña he estado en contacto con el arte”, recuerda.  

Formar parte de un equipo deportivo teniendo una vida ya establecida ha sido todo un reto para Ginny. Las rutinas familiares han debido modificarse para que ella pueda asistir a entrenar y que eso no afecte los horarios de estudio de sus niños o el trabajo tanto de ella como de su esposo. “Por el trabajo no me da chance de llegar a los entrenamientos en la mañana. Salgo en la tarde, recojo a los chicos, hacemos tareas y luego me voy a entrenar en la noche”.  

Eso sí, para ella es claro que la esgrima ha sido una gran motivación, sobre todo por el contacto con los jóvenes que son sus compañeros en el equipo. “Yo quiero agradecerle al entrenador por la oportunidad, y a los chicos que en ningún momento por mi edad me rechazaron, más bien me integraron. Me provoca mucha admiración el esfuerzo que hacen, siendo tan jóvenes, para destacar”.  

Con la UCR Ginny ha participado en torneos nacionales e interclubes. Ahora se prepara para llegar próximamente a su primera competencia internacional.

Por: Alejandro Portilla Navarro.
Fotos: Federación Costarricense de Esgrima y cortesía de Ginny Abrahams.

 

Comentarios

Entradas populares