Un camino trazado por la familia y el deporte - Xavier Araya Solís

De su padre heredó el gusto por el fútbol sala, deporte en el que viste la camiseta número 10 de la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica. De su madre sacó la afinidad por el baile folclórico, tanto costarricense como mexicano, por lo que alterna las canchas con los escenarios.

Las dos pasiones de Xavier Araya Solís se empezaron a forjar en San Ramón de Alajuela, donde nació y vive todavía. Fueron tomando forma en una familia que, además de él y sus papás, incluye a otros siete hermanos.

“Mi familia ha sido un apoyo incondicional”, comenta Xavier. “Mis papás se han esforzado a lo largo de toda su vida para que a sus hijos nunca les falte nada, es por eso que ellos dos me han servido de ejemplo en muchas situaciones de la vida”. Con esa familia numerosa pasa sus ratos libres este joven deportista, sobre todo con sus hermanos más pequeños.

Todos los hijos de esta familia se dedican al estudio: tres están en la universidad, otros dos en el colegio y los tres menores en la escuela. Xavier, de hecho, estudia dos carreras en la Universidad de Costa Rica: Informática Empresarial y Enseñanza del Inglés.

Antes de entrar a la Universidad, Xavier tuvo que enfrentar un momento muy duro y que lo marcó para toda su vida. “Fue en el 2011, estaba en la tradicional serenata de quintos años del colegio, y un carro atropelló a varios compañeros con los que me encontraba, ahí perdí a cinco amigos”. Con ayuda de sus seres queridos, y también del deporte, ha podido superarlo poco a poco, aunque reconoce que todavía es algo difícil de asimilar.


El fútbol sala, además servirle como terapia y de vínculo con su padre y hermanos, también le ha permitido a Xavier conocer a nuevas personas, entre ellas su novia, quien juega en el equipo femenino de la Sede.

Al equipo masculino entró él luego de haber jugado antes en su colegio y representando a su natal San Ramón en Juegos Nacionales. “Debía tener mucho compromiso, sacrificio y ganas por representar a la Sede del Pacífico. Logré hacer buena amistad con los compañeros”, relata con respecto a cómo fueron sus inicios en el equipo, con el que este año alcanzó el tercer lugar en la Liga Universitaria de Fútbol Sala y actualmente disputa el Torneo Intersedes de la UCR.

Xavier desde ya se plantea algunas metas para su futuro. Profesionalmente, quiere sacarle provecho a sus estudios en Informática. “Me gustaría ser mi propio jefe y montar mi empresa. Hacer que todo el esfuerzo y la dedicación que ponga me genere frutos”.


Por otra parte, también tiene en mente transmitir los conocimientos que ha ido adquiriendo con el tiempo, algo que de hecho ya hace al ayudarle a su madre a formar a los nuevos integrantes del grupo de baile folclórico Ticomex. En fútbol sala es asistente de su padre en el equipo de Juegos Nacionales de San Ramón, y quiere seguir sus pasos algún día como entrenador.

Lo que tiene muy claro, según sus propias palabras, es que “para lograr cosas en la vida uno debe sacrificarse y esforzarse mucho. Hay que organizarse para poder llevar a cabo todas las actividades que uno desee realizar”.

Por: Alejandro Portilla Navarro.
Fotos: Cortesía de Xavier Araya.
 

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