Alejandro Rodríguez Montes: Pasión por el Compromiso


Alejandro Rodríguez Montes:

Pasión por el Compromiso



Esta semana dedicaremos la semblanza a Alejandro
Rodríguez Montes, portero del equipo Fútbol Sala UCR.
Él nos dió un vistazo de su vida más allá de la portería.


Desde que se cancelaron las clases presenciales, Alejandro, un joven estudiante de 21 años, vecino de Escazú, se encuentra viviendo junto con su abuelo y su hermano mayor, quienes son personas importantes en su vida. 


Para el escazuceño, su familia es uno de sus pilares más importantes. Siempre han tenido una gran dinámica y nunca ha dejado de sentir su apoyo. Esto, por supuesto, no lo deja exento de tener que aprender a sobrellevar las bromas y peleas con sus hermanos, de las cuales se ríe con solo recordarlas. 


No todo es perfecto, y parte de lo que no es perfecto para Alejandro es tener a su mamá y a su hermano menor lejos. Doña Marcela, junto con su hijo menor, se trasladaron a Liberia, esto por motivos laborales. Ella es educadora y psicopedagoga. Su papá, por otro lado, se dedica a la ingeniería sanitaria aquí, en el Valle Central. Aún a la distancia percibe el cariño y apoyo de sus padres, y una llamada les brinda alivio por la distancia.


Desde sus días en la escuela, en los que debía imaginar su trabajo soñado como parte de sus tareas, él se veía en el medio de la construcción, arquitectura o ingeniería. Crear es parte de sus pasiones de toda la vida. A la hora de la verdad, cuando se enfrentó a la decisión de qué carrera quería, se inclinó por la de Ingeniería Topográfica. De hecho, este es su último semestre para graduarse como bachiller, aunque contempla seguir en la U para alcanzar la licenciatura. 


Además de la licenciatura, le gustaría llevar la carrera de Ingeniería Civil, pero también está ansioso por saber qué se siente terminar sus estudios. Pero, por otro lado, se siente tan fascinado por esta ingeniería que está dispuesto a llevar como "hobbie". 


En este momento se encuentra intentando fabricar una estación de alimento para perros, mecánica y hecha a base de materiales reciclados; proyecto, por el que se nota muy emocionado. Este lo realiza como trabajo para el TCU. Aunque el proyecto le es interesante, lamenta que las giras usuales de su trabajo comunal no sean posibles este año. Ya que este portero es un gran fanático de viajar y conocer lugares diferentes.


El josefino proyecta ser una persona constante y disciplinada, pero estas características no le arrebatan que también parece ser una persona muy amable y simpática. Una de sus anécdotas más graciosas se relacionó con el fútbol y la primera vez que se ‘’metió en problemas’’ en la escuela. Comentaba que su primera boleta en la escuela se la ganó por ''mejenguear'' en tiempo de clase. Aunque desde ese momento ha crecido y ha aprendido a manejar un balance entre su vida personal y sus estudios. Es un proceso que lo ha dotado de madurez y compromiso, características que Alejandro estima y cuida mucho. 


Cuando termina de estudiar, trabajar en sus proyectos, entrenar o colaborar en la casa, disfruta de salir a correr en su tiempo de ocio, es una buena manera de pasar el tiempo en familia. Otro de los gustos son las películas de superhéroes. Cuenta que desde que se queda en casa con mucha más frecuencia, ha visto Los Vengadores: Endgame  en tres ocasiones diferentes.


Pero su pasatiempo preferido es jugar PlayStation. Por lo general juega FIFA 20, también The Last of Us Parte II, y para un juego más liviano disfruta Fall Guys. Gracias al PlayStation se mantiene en contacto con sus amigos, con los cuales también comparte un poco cuando trabajan en proyectos de la universidad. 


Confesó que lo  que más extraña es llegar a la U. Desde cruzar San José para llegar a San Pedro, hasta quedar estilando después de la lluvia de la tarde. Pero por el momento Alejandro permanecerá en Escazú con sus seres queridos, esperando con ansias volver a su vida normal.


Por: Jimena Obando Rivera

Fotografías por: Alejandro Rodríguez Montes



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