De pasatiempo a una meta de vida - Andrea Campos
A los diez años, Andrea Campos Esquivel estaba de vacaciones con su familia y presenció una demostración de esgrima junto con uno de sus mejores amigos. Aquella exhibición les pareció tan fascinante que buscaron la forma de comenzar a practicarlo.
Así comenzaba el camino de esta joven en el Club de Esgrima de la UCR, al que pertenece desde entonces cuando ingresó a la Liga Menor. “Conforme iba creciendo comencé a dejar de verlo como un pasatiempo, le dediqué más tiempo y empecé a competir con el equipo de la U y la Selección Nacional”.
Andrea es de Guadalupe y su familia se compone de tres hermanas y una sobrina, además de su abuelo, y sus padres que han sido su mayor ejemplo, como ella misma afirma. “Siempre me enseñaron buenos valores y a trabajar duro por cumplir mis metas y siempre me han apoyado en mis decisiones”. Su papá fue abogado del INCOFER y actualmente está pensionado.
Su mamá, quien trabajó en la UCR, falleció en el 2014 y ese ha sido uno de los momentos más difíciles para Andrea. “Siempre me apoyaba, animaba y aconsejaba. Ha sido muy duro no tenerla, pero también me enseñó que debo continuar con mi vida y seguir superando los retos con la mejor actitud”.
Esa actitud es la que ahora la hace pensar en grande, pues una de sus metas en la vida es competir en unas Olimpiadas, y para ello trabaja día con día. En el equipo de la UCR ese trabajo va dando sus frutos. “Siempre he disfrutado de pertenecer al equipo, cuando logré ingresar a carrera en la U fue todo un orgullo pasar de la Liga Menor a ser estudiante”.
En la UCR Andrea estudia Química y Salud Ambiental. “Siempre me ha gustado mucho la ciencia y querer mejorar la vida de las personas”, comenta acerca de las razones que la llevaron a escoger esas disciplinas.
Llevar dos carreras y pertenecer a un equipo deportivo no es tan sencillo. “Siempre he intentado equilibrar los entrenamientos, competencias, estudio y las relaciones interpersonales, pero siempre hay que hacer sacrificios para lograrlo”. Algunos de esos sacrificios implican perderse cumpleaños u otros eventos, por ejemplo, aunque le queda algún tiempo para ver series de televisión o películas animadas, y sobre todo para preparar y comer postres, otra de sus grandes aficiones.
Los sacrificios se compensan con las satisfacciones que le da la esgrima. “El deporte ha llegado a ser parte de mi vida, no podría imaginarme cómo sería todo sin esgrima. Muchos de mis mejores amigos están ahí y es prácticamente como tener otra familia”.
Además de las Olimpiadas, entre sus metas a futuro está trabajar en alguna industria innovadora en su campo, que le permita “tener un impacto positivo en las personas”. Para llegar ahí, sin duda le servirán algunas habilidades extradeportivas que también ha adquirido con la esgrima: “tomar decisiones en momentos difíciles, ser menos insegura y más disciplinada”.
Por: Alejandro Portilla Navarro.
Fotos: Cortesía de Andrea Campos.
Así comenzaba el camino de esta joven en el Club de Esgrima de la UCR, al que pertenece desde entonces cuando ingresó a la Liga Menor. “Conforme iba creciendo comencé a dejar de verlo como un pasatiempo, le dediqué más tiempo y empecé a competir con el equipo de la U y la Selección Nacional”.
Andrea es de Guadalupe y su familia se compone de tres hermanas y una sobrina, además de su abuelo, y sus padres que han sido su mayor ejemplo, como ella misma afirma. “Siempre me enseñaron buenos valores y a trabajar duro por cumplir mis metas y siempre me han apoyado en mis decisiones”. Su papá fue abogado del INCOFER y actualmente está pensionado.
Su mamá, quien trabajó en la UCR, falleció en el 2014 y ese ha sido uno de los momentos más difíciles para Andrea. “Siempre me apoyaba, animaba y aconsejaba. Ha sido muy duro no tenerla, pero también me enseñó que debo continuar con mi vida y seguir superando los retos con la mejor actitud”.
Esa actitud es la que ahora la hace pensar en grande, pues una de sus metas en la vida es competir en unas Olimpiadas, y para ello trabaja día con día. En el equipo de la UCR ese trabajo va dando sus frutos. “Siempre he disfrutado de pertenecer al equipo, cuando logré ingresar a carrera en la U fue todo un orgullo pasar de la Liga Menor a ser estudiante”.
En la UCR Andrea estudia Química y Salud Ambiental. “Siempre me ha gustado mucho la ciencia y querer mejorar la vida de las personas”, comenta acerca de las razones que la llevaron a escoger esas disciplinas.
Llevar dos carreras y pertenecer a un equipo deportivo no es tan sencillo. “Siempre he intentado equilibrar los entrenamientos, competencias, estudio y las relaciones interpersonales, pero siempre hay que hacer sacrificios para lograrlo”. Algunos de esos sacrificios implican perderse cumpleaños u otros eventos, por ejemplo, aunque le queda algún tiempo para ver series de televisión o películas animadas, y sobre todo para preparar y comer postres, otra de sus grandes aficiones.
Los sacrificios se compensan con las satisfacciones que le da la esgrima. “El deporte ha llegado a ser parte de mi vida, no podría imaginarme cómo sería todo sin esgrima. Muchos de mis mejores amigos están ahí y es prácticamente como tener otra familia”.
Además de las Olimpiadas, entre sus metas a futuro está trabajar en alguna industria innovadora en su campo, que le permita “tener un impacto positivo en las personas”. Para llegar ahí, sin duda le servirán algunas habilidades extradeportivas que también ha adquirido con la esgrima: “tomar decisiones en momentos difíciles, ser menos insegura y más disciplinada”.
Por: Alejandro Portilla Navarro.
Fotos: Cortesía de Andrea Campos.
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