BALONCESTO: Pasión familiar - Jay Allen

Por: Gabriel Valverde



Jay Allen, miembro del equipo de baloncesto de la Universidad de Costa Rica y estudiante de Contaduría Pública, nos regaló un espacio para contarnos de su infancia, su familia y su relación con el deporte. Con un tono altamente amable y una sonrisa en el rostro a lo largo de la entrevista, Jay nos permitió conocer su realidad, su historia y su visión a futuro. 
Vecino de Desamparados, Jay es el mayor de cuatros hermanos. Curiosamente, su hermano Ryan es exactamente un año menor que él, por lo que, desde que tiene memoria, ha estado siempre acompañado. "A todo lado que vamos llamamos la atención porque la gente siempre cree que somos gemelos", afirma Allen. Inclusive, recuerda que sus padres los vestían igual cuando eran niños. 

Desde muy pequeños estuvieron metidos en el deporte, siendo esta un área importante en su familia. Desde temprana edad habían estado involucrados en distintas actividades deportivas/recreativas. A los 10 años, su padre Jay, inició un equipo de baloncesto en Desamparados, incluyendo tanto a Ryan como a Jay en el equipo. Este fue el inicio de una amplia y provechosa etapa deportiva para los Allen, en la cual, a lo largo de 9 años, pudieron participar en Juegos Nacionales, procesos de Selección Nacional sub-14 y sub-15 y pudieron salir a competir al exterior. Contar con la presencia de su padre en el equipo significó un alto grado de confianza para ambos.

Durante todo este proceso, su madre también fue una pieza clave. Jay recuerda contar con el apoyo incondicional de ella en sus competiciones, independientemente de dónde fuera. Era común que ella viajara a ver los partidos a San Carlos, Limón o cualquier otra zona del país. Inclusive, Jay recuerda con mucho aprecio una vez que compitió en El Salvador y su madre fue. 
Actualmente, tanto Jay como Ryan son miembros del equipo de baloncesto de la UCR. Jay resalta la presencia de su compañero de vida con alto orgullo y alegría. "Cuando jugamos juntos es demasiada la confianza que uno siente. Muchas veces la gente se impresiona de cómo jugamos, inclusive la gente de nuestro propio equipo. Es demasiada la conexión". 
Jay atribuye esa conexión y facilidad en la cancha con su hermano a todo el pasado que tienen juntos, tanto dentro como fuera de la cancha. Estuvieron en la misma escuela y el mismo colegio y ahora no solo están en la misma universidad sino también en la misma carrera. El peso de todo el tiempo acumulado de estar juntos y todas las experiencias vividas se refleja cómodamente en el terreno de juego. Cada uno sabe qué va a hacer el otro sin mayor dificultad. 
Actualmente Jay se encuentra en proceso de recuperación de una lesión en el quinto metatarsiano, lo cual le significó perderse JUDUCA Panamá 2018. Dicha lesión representa una etapa complicada, pues lo alejó de las canchas y el proceso de recuperación es lento. "Estuve al borde de deprimirme", afirma Jay. "Nunca había quedado fuera de un torneo, y menos sabiendo que iba a ir... Uno se siente impotente porque quiere ayudarle al equipo". Además de JUDUCA, se perderá la Liga U, Primera División y el torneo de intersedes. 
En miras hacia el futuro, Jay pretende terminar su carrera de Contaduría Pública para luego iniciar los estudios en Terapia Física o Nutrición. Por su parte, en el baloncesto, Jay sueña con llegar a la Selección Mayor, y por qué no, junto con su hermano Ryan. 





Comentarios

Entradas populares