Donald Gutiérrez - una vida buscando retos

Donald Gutiérrez Umaña, un muchacho humilde y agradable, esconde en su cordialidad una amplia gama de habilidades en distintas ramas. Estudiante de dos ingenierías, atleta, dibujante y músico, Donald se mantiene siempre avanzando en diversos campos, buscando constantemente nuevos retos que lo impulsen a mejorar.

A sus 22 años, el oriundo de Santa Cruz, Guanacaste, está cerca de terminar su bachillerato en Ingeniería Eléctrica y posteriormente en Ingeniería Mecánica. Sus estudios en Ingeniería Eléctrica comenzaron en la sede Liberia de la Universidad de Costa Rica, donde sus intereses por la matemática, la física y la tecnología convergieron en una llamativa carrera universitaria. Luego de concluir su segundo año académico, Donald decidió continuar sus estudios en San José, en la sede Rodrigo Facio, en la cuál se mantuvo con Ingeniería Eléctrica y comenzó con Ingeniería Mecánica. Se pasó a vivir a Cartago, en donde se mantiene hasta la fecha. Una vez trasladado, inició su participación con el equipo de atletismo de la universidad.

"Demasiado gratificante" son las palabras que utiliza Donald para describir su pertenencia al equipo de atletismo, en donde se siente "chineado" por todas las oportunidades y facilidades que le brinda la institución. Dichas ventajas no son tomadas a la ligera, pues Donald reconoce el enorme compromiso que implica las oportunidades a las que tiene acceso, asegurando que lo obliga a rendir a un alto nivel. Sin embargo, el enorme compromiso es motivo de satisfacción para el joven atleta. "Es un reto, y uno como deportista busca eso: tener retos que lo impulsen a uno a mejorar cada vez".


En su traslado de Guanacaste a San José, además de metas claras en el deporte y en la universidad, Donald trajo consigo hobbies que lo llenan de energía y alegría. Con una rama artística bastante presente, impulsada en diferentes formas por sus padres, Donald también mantiene metas concretas en el dibujo y la música. Su madre, artista especializada en la manicura y pedicura, desde niño le facilitó la exploración artística a través del dibujo. Donald recuerda disfrutar del dibujo desde kinder. Además, con una sonrisa pícara rememora la época de primer grado de la escuela en la que hacía dibujos y los vendía en el barrio, explorando la representación de paisajes en el papel. Luego pasó por una etapa donde le interesaban los tatuajes y posteriormente las caricaturas. Nunca recibió clases formales y todo fue basado en su imaginación. Hasta la fecha el interés en dicha rama se mantiene, dedicándole tiempo cada vez que puede.

Por si fuera poco, Donald también fue impulsado por su padre a explorar la música a través de la guitarra. Con la experiencia de años trabajando junto con su hermano y su padre en una agrupación musical de guitarras, el padre de Donald le transmitió sus conocimientos a su hijo, alimentando a su interés por aprender y explorar nuevos horizontes. Donald recuerda pasar tardes en el corredor de su casa en Santa Cruz, con una guitarra vieja de su papá, entendiendo las notas, los acordes y cómo hacer música con ello. Después de unas cuatro clases, Donald siguió su exploración del instrumento por su propia cuenta, montando canciones de The Eagles, The Beatles, The Police, Bon Jovi, entre otros. Al venirse a San José, la guitarra "no podía faltar". Cada vez que necesita despejarse o simplemente divertirse, recurre a ella.
Donald mantiene a su familia bastante presente en su vida, a pesar de la distancia. Constantemente está en contacto con sus padres, su hermano mayor y su hermana menor, pues asegura que desde pequeño le inculcaron que la familia es prioridad. Sin embargo, no extraña Santa Cruz. Se siente más cómodo en San José y siente que se puede desarrollar mucho más en las diversas ramas en que se desenvuelve por las oportunidades que le ofrece la capital.
Actualmente, Donald se enfoca en graduarse de ambas ingeniería lo antes posible. Según sus cálculos, en dos años ya va a tener ambos bachilleratos finalizados. Posteriormente, planea continuar con la licenciatura. Además, asegura que el deporte se mantiene fuertemente presente en sus planes. Su deseo es que aunque esté viejo, pueda seguir corriendo, pues el deporte le ha ayudado en todas las áreas de su vida. "Yo le agradezco mucho al deporte porque por él es que uno tiene esa costumbre de fijarse metas. Lo mismo que hace uno en el deporte de querer ser el más rápido, querer saltar más o querer lanzar más, esa iniciativa se mete a la parte personal. Entonces uno en cada aspecto que haga en su vida, quiere hacer eso mismo".

También, bajo el mismo principio de buscar retos constantemente, a Donald le gustaría ingresar a la carrera de diseño gráfico, para así explorar con más profundidad su rama artística. Además, le interesa estudiar inglés, portugués y se mantiene indeciso entre alemán o mandarín. Aunque pueda sonar descabellado, sus logros en el deporte son los que lo impulsan a buscar altas metas en todas esas otras áreas. "¿Si yo puedo hacer esto en el deporte, por qué no puedo hacer esto en mi vida?"






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