Joaquín González: Energía bucólica en el Karate y en la vida.


Por: Emilio Martín R.
(martincrib@rocketmail.com)

20 kilómetros es la distancia que separa San Pedro de Montes de Oca de San Pedro de Barva de Heredia. Día a día, José Joaquín González Carballo, toma una hora y treinta minutos de su tiempo para de trasladarse a los San Pedros, donde vive su vida alegremente, progresando en sus estudios universitarios y dedicando compromiso, disciplina y perseverancia en la espléndida arte del Karate Do Shotokan.

Con 20 años, su vida entera ha transcurrido entre caballos, yeguas y animales de ganado, pues desde hace ya 22 años que su padre trabaja con crías de caballos y adiestramiento (doma costarricense), mientras que su madre como ama de casa y colaboradora en la tareas de la labor de su padre, es por tanto que la presencia de un fuerte apego e identificación con la vida campestre, ha sido una marca registrada en su historia desde niño.

Hijo único, Joaquín refuta la creencia de eterna soledad que viven cotidianamente los hijos únicos, exponiendo el caso de su vida, que la ha compartido rodeado de muchas personas, estas personas son su tíos y primos, con quienes diariamente convive, pues son sus vecinos. Por otro lado aunque afirma que es muy consentido y sus padres le dan todo lo que él necesita, recalca que su padre siempre le ha puesto retos para aprender a trabajar duro, y entender que ganarse las cosas, no es tarea sencilla.

De las 13 opciones de carrera en el área de Ciencias de la Salud, Joaquín se decidió por el Bachillerato y Licenciatura en Salud Ambiental, la cual siempre fue su primera opción. Desde pequeño quería estudiar medicina, pero en una charla con el orientador en la etapa de elección vocacional, descubrió que la área clínica no era su estilo, ya que le disgusta que le rebatan el conocimiento profesional, situación que un médico debe lidiar a menudo.  Una segunda opción profesional, no sorprendería que hubiera sido Ingeniería Agronómica con énfasis en Zootecnia, pero la posible eventualidad de labor en la industria alimenticia cárnica, no le agradaría en lo absoluto, pues es imposible el separar su cariño, orgullo y respeto hacia los animales.

Finalizando ya su tercer año de carrera, disfruta mucho de la vida universitaria y bien es apoyada esta actitud, en su inclusión en la Junta Directiva de la actual Asociación de Estudiantes de Salud Ambiental en el puesto de Fiscal General. Como parte de los proyectos de la Asociación,  lanzaron uno durante el día de la Salud Ambiental, el cual se trata del desarrollo de talleres de yoga y defensa persona periódicamente, en los cuales el karateka ejerce como instructor. La finalidad de poner en práctica este tipo de actividades, suscita en la necesidad unificar a los integrantes de las distintas carreras que conforman la comunidad estudiantil de la Escuela de Tecnología de la Salud, bajo la estimulación y promoción de la actividad física.

En su tiempo libre, los caballos son su pasatiempo; adora invertir gran cantidad de espacio con ellos: alimentarlos, jugar, peinarlos o simplemente verlos correr; en definitiva su disfrute es que ellos se sientan felices, tranquilos y protegidos con él su lado. Otros detalles de ocio  son las series Anime, las líneas estadounidenses y europeas de la industria automotriz y pasear con sus amigos hasta 3 veces a la semana.

El barveño se autodescribe como un hombre de personalidad muy alegre, tranquila y sociable, y alega que si bien esta actitud le provee de vibras positivas, también por esta misma le cuesta concentrarse y tomar la seriedad en la competencias y en la vida académica.


Sus padres, tíos y su sensei son de las personas más destacadas en la vida de este joven deportista. En palabras suyas, sus padres son personas muy esforzadas y han dado lo mejor de ellos en todo lo que hacen, por lo que para él, es un deseo y gratitud llegar a tener la entrega y dedicación de ellos cuando ejecutan sus labores.

Sus tíos son su reflejo sublime en el área académica- profesional, ya que presentan una exitosa carta de presentación de su trayectoria profesional, que los ha posicionados a punta de un currículum de posgrados muy calificados.

Pablo Arroyo, su sensei es su ejemplo de competición y de ser humano integral, por su destacado nivel en la trayectoria del karate costarricense, además que fue él su primer contrincante en su primer torneo adulto.

De las metas a corto plazo de este joven atleta, se encuentra una combinación peculiar que involucra observaciones tanto deportivos como de retos de vida. En el primer punto aspira lograr el primer puesto en la categoría de más de 84 kgs en la Selección Nacional lo más pronto posible, y en el siguiente plano está obtener el primer promedio en su carrera, así como perder cada vez más el temor en hablar en público.

En sucesión futura anhela hacerse con un podio internacional, como deseo de cualquier karateka y una vez concretada su Licenciatura, iniciar un posgrado en Proyectos y Manejos de Recursos Naturales.





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