Mariana Castro: balance del taekwondo

La joven Mariana Castro tuvo su primer roce con el taekwondo cuando era pequeña, pues tuvo la oportunidad de practicarlo en el kínder al que asistía. Por las vueltas que da la vida, lo dejó atrás por unos años hasta que a sus 12, cuando estaba recién entrando al colegio, lo retomó casi por coincidencia, pues una de sus amigas la animó a volver a entrenar, ya que la atleta estaba buscando una opción para realizar alguna actividad deportiva para mantenerse activa. 

En ese momento, se dio cuenta de que estaba enamorada del taekwondo y hoy, a sus 19 años, no ha parado ni una sola vez desde aquel entonces. La deportista cuenta que esta pasión hacia el taekwondo se dio gracias a sus profesores, pues con cada entrenamiento que realizaban ella se enamoraba cada vez más de la disciplina y de todo lo que esta traía consigo. 

Por otra parte, Mariana destaca que la manera en que se siente al entrenar o al estar en medio de una competencia o combate es inigualable, debido a que la sensación de la energía que invade su cuerpo y el estrés que libera la han hecho nunca querer dejar de entrenar. Además, el deporte le ha traído personas maravillosas a su vida quienes la han motivado aún más a seguir en este mundo. 

La estudiante de Farmacia resalta que las enseñanzas que le ha traído el deporte la han ayudado en su vida personal y académica, pues le han brindado disciplina y paciencia para trabajar duro y conseguir las cosas, ya que, sin esfuerzo, los resultados nunca llegarán. De igual manera, ha aprendido mucho sobre autocontrol y cómo entender y manejar sus impulsos. Todo esto la ha beneficiado en el estudio, pues tiene muy en claro que es necesario un balance entre los dos ámbitos, tanto el académico como el deportivo. 

La taekwondista expresa que “las personas tenemos muchísima energía, pero lo que sucede es que no sabemos qué hacer con ella”. 

Mariana entró a la Universidad de Costa Rica este año y aún siendo primer ingreso, quería pertenecer a la agrupación deportiva de taekwondo, debido a que estaba motivada a llevar el deporte de alto rendimiento combinado con el estudio  universitario, pues ambos son prioridades en su vida. La estudiante destaca que escogió Farmacia pues desde siempre le han gustado las Ciencias de la Salud y la investigación, especialmente el área de biomedicina, en la cual quiere especializarse una vez termine su carrera. 

Aparte de estar orgullosa de varios de sus logros deportivos, como haber ganado la presea de oro en un campeonato en México, resalta que una de las mejores experiencias que le ha traído el deporte es la de estar en un equipo universitario,  pues la gente que ha conocido ha sido increíble. Al entrenar con los demás atletas y conocerse, cada una de estas personas se ha convertido en una familia para ella. Castro expresa que ​“desde el primer momento en que llegué ellos me hicieron sentir parte de esa familia”. 

A pesar de ser consciente del esfuerzo y sacrificios que requiere llevar el estudio y el deporte con buenos resultados, está segura de que vale la pena, pues tanto ella, como sus profesores y familia, se alegran de lo que ha conseguido como deportista y lo que esto ha acarreado a su vida personal. 

Estar dividida entre estos dos mundos, la ha hecho aprender a optimizar su tiempo y enfocarse en sus objetivos y deseos, pues también intenta equilibrar su vida social y familiar con su vida deportiva y académica. La joven se alegra de estar rodeada de estudiantes que también son parte de alguna agrupación deportiva, pues son un apoyo para ella, ya que comprenden perfectamente lo que requiere estudiar a tiempo completo y practicar un deporte de alto rendimiento al mismo tiempo. 

De igual manera, su familia ha sido indispensable para alcanzar todo lo que la atleta se propone, por esta razón Mariana igualmente intenta pasar tiempo juntos y expresa que ellos ameritan los sacrificios realizados para lograr esto, ya que siempre le han brindado su apoyo incondicional.
  
Para ella, el deporte es sinónimo de sueños y objetivos por cumplir. Expresa que se siente alentada cada vez más cuando los sacrificios hechos al fin rinden frutos y la invade la satisfacción, porque es durante estos momentos donde se da cuenta de que todo vale la pena. Por lo tanto, espera nunca dejar de practicar taekwondo y le gustaría en algún momento enseñar a otros jóvenes el deporte, pero sobretodo, mantenerse como una persona activa, pues tiene presente que ​“deporte es salud”. 


Realizado por: Melannie Leal.


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